Ellos vivieron un millón de veces más

Septiembre 16 de 1976. Parece tan lejos, se siente tan cerca.
La llamaron “la noche de los lápices”, ocurrió acá, en la Argentina, en la ciudad de La Plata pero, desde la histórica altura parece un cuento de ficción escrito por la mente más perversas. Fue relatado desde el recuerdo de Pablo Díaz (uno de los pocos sobrevivientes”): “Me gritaban que no los olvide” y él ayudó a inmortalizarlos para siempre.

La película es infaltable en cada videoteca (más allá de la fidelidad exacta o no de cada hecho) es una de esas películas que marcan la adolescencia, es uno de esos momentos en donde empieza a caer la ficha y das vueltas en la cama, a la noche tratando de dar vuelta en tu cabeza “la historia oficial”. Porque esto le paso a pibes como vos, como hubiésemos sido nosotros (en esa época y a esa edad), como pueden llegar a ser tus hijos…

“Algo habían hecho”

“Ni víctimas ni mártires: Héroes de la Resistencia” reza parte del título de la carta abierta a María Claudia Falcone (a tres décadas de su último combate) escrita por su hermano, Jorge.

Y desde acá no podríamos estar más de acuerdo. Hace unas semanas leíamos en un diario que despolitizar la figura del detenido/desaparecido era como hacerlo desaparecer por completo, entonces, pongamos las cartas sobre la mesa, como creemos que ellos merecen…

Eran chicos comprometidos con su tiempo, para los que nada de lo humano les fue ajeno, tenían un proyecto político que incluía muchas cosas más que el justo reclamo del Boleto Estudiantil. Peleaban por una sociedad más justa en la que todos tenían que tener dignidad. Supieron organizarse de la mano de Cristian Caretti (fundador de la U.E.S) a lo largo y ancho de la mayoría de las escuelas secundarias del país. Aprendieron a darse una mano entre ellos y con el resto del pueblo, recorriendo los barrios más humildes dando clases, realizando campañas de vacunación y tantas otras cosas tan fundamentales. Eran militantes comprometidos y, por sobre todas las cosas, estaban aprendiendo a leer la historia de una manera crítica, soñaban con la revolución, eran fieles a sus principios y a sus ideologías, eran la esperanza.
Pero, vino el 24 de marzo con sus milicos torturadores, genocidas, expropiadores, vendepatrias y ASESINOS. Quisieron “eliminar el semillero subversivo”, buscaban la desarticulación política de los secundarios.

Todo hace pensar que ese operativo comenzó por Agosto y terminó sobre fines de Noviembre pero, la noche más larga y simbólica del proceso fue la de los lápices.

“La noche de los lápices será la historia de todos los sobrevivientes secundarios reprimidos en la dictadura, será la historia de todos los estudiantes secundarios reprimidos hoy, será la historia que querrán que sea los secundarios de mañana. Pero, también hay una historia que no podrá ser contada por ellos” dijo Pablo Díaz.

Peronistas, guevaristas, comunistas, desaparecidos, sobrevivientes, jóvenes militantes/estudiantes de la U.E.S perseguidos por PENSAR y llevar a la práctica su pensamiento día a día, organizando a la juventud. Eso era lo que había que destruir, solo así el golpe podía ser efectivo, solo así el modelo neoliberal pudo ser implementado.

2008 Facultad de Cs. Económicas: tres pibes de escasa estatura y una piba flaquita se suben al escenario y toman el micrófono. Espontáneos, con convicciones, como si fuese lo más natural del mundo anuncian: “Volvió la U.E.S”. Estos pibes (que no llegan a los 18) quieren vivir en un país mejor, están dispuestos a luchar por eso, se agrupan, se organizan y son un poco los “herederos” de aquellos que hoy ya no están. Seguramente los tomarán como ejemplo de lucha, los llevaran en sus banderas y ahí vivirán por siempre, millones de veces más que cualquiera:

DANIEL ALBERTO RACERO,
MARÍA CLAUDIA FALCONE,
MARÍA CLARA CIOCCHINI,
FRANCISCO LOPEZ MUNTANER,
CLAUDIO DE ACHA,
HORACIO UNGARO,
PABLO DIAZ,
GUSTAVO CALOTTI,
EMILCE MOLER,
PATRICIA MIRANDA

Queremos decirles, gritarles desde acá que por más que la noche haya durado más de 30 años fue en vano el intento…


…los lápices siguen escribiendo!